Humala ¿el Lula peruano?

Por: Alejandro Ortiz | alejandro0936@gmail.com

(Lima, 5 Abr. 2011).- Las recientes intervenciones del líder del nacionalismo y candidato presidencial de GANA PERU Ollanta Humala en el debate presidencial, mítines y en los medios de prensa, vienen evidenciando su madurez, su visión de estadista, y da la impresión de que podríamos estar frente a un Lula peruano o un personaje con liderazgo e imagen propia, que lo sumaría a los líderes latinoamericanos de izquierda Lula, la Bachelet, o el finado Kirchner. Humala ha sido enfático en manifestar que respetará el orden democrático y actuara de acuerdo con la Constitución y la ley, por lo que el tiempo lo dirá si resulta elegido en segunda vuelta.

Obviamente esto ya despertó enorme preocupación en los medios de prensa, grupos de poder económico, ciertos sectores de la sociedad, y agrupaciones políticas defensoras del estatus quo, esto es, de un modelo económico liberal que está por llegar a los 20 años de aplicación, y que fuera instituido por el Fujimorato y seguido por sus predecesores. Si bien, viene dando buenos resultados en las grandes cifras e inversiones, esto no ha sido así para beneficiar a la gran mayoría de la población. La corrupción, la ineficiencia y la falta de planificación estatal concertada, ha sido el común denominador en los gobiernos de turno.

A diferencia de Humala, los demás candidatos plantean mejorar el modelo liberal en la economía que privilegia la producción primaria tradicional, partiendo de corregir los errores de gestión en la administración estatal y en sus políticas de equidad y justicia social, incluso los mismos extremistas de derecha Kuczynski y la Fujimori. Humala plantea recuperar la moral pública, restablecer la seguridad interna y aplicar una economía nacional de mercado, frente a la actual liberal que es el lado extremo de la economía social de mercado (esencia de la libre iniciativa privada) instituido en la Constitución de 1993 con golpe de estado, y la de 1979 resultado del consenso democrático.

La carencia del dialogo social institucionalizado, la imposición en sus políticas públicas por los liberales en parte de los casos referidos a inversión nacional o extranjera, trajo consigo respuestas violentas de la población, de ahí el “arequipazo” en el Gobierno de Toledo y que causo la muerte de 2 estudiantes y más de 200 personas heridas y la salida del entonces ministro de Economía Kuczynski, al pretender privatizar EGASA, o el “baguazo” en el Gobierno de García que dejo 34 personas fallecidas, vinculado a los esfuerzos de la ex ministra de Economía Mercedes Araoz, para lograr el TLC con los EE.UU. en cuanto fomento de la inversión en territorios amazónicos.

Ni que decir de los cortes de carretera por los pobladores en rechazo a tal o cual proyecto de inversión nacional o extranjera, minera, petrolera, termoeléctrica o pesquero industrial, que ya se ve como algo común. Igualmente, la violencia en las calles, por la delincuencia y el pandillaje, y de otra parte las altas tasas de interés bancarias y de las IFIS, el combustible caro, la inestabilidad en el precio de los alimentos, la falta de trabajo y remuneraciones bajas, entre otros problemas, explican nuevamente que la propuesta de Humala se mantenga también en estas elecciones, y el por qué ganará la primera vuelta.

En cuanto a la pesquería artesanal, como la agricultura, ligados a la alimentación nacional, Humala deberá exponer más en detalle, su política general. En plazas públicas costeras viene anunciando su apoyo a la pesca artesanal y que hará respetar su zona de pesca de 5 millas marinas, y eso es bueno, pero debe dar a conocer sus medidas específicas, ya que hoy en día, este sector es el mayoritario, tanto en embarcaciones como en número de pescadores, presencia en las 200 millas marinas, y en empleo indirecto. Nuestro país ha estado de espaldas a su mar como una opción de desarrollo integral, y aquí tiene una oportunidad Humala de marcar la diferencia también.

La segunda vuelta será todo un reto para Humala, la ciudadanía sigue desconfiada, temerosa de que se encuentre frente a un Chávez o un Fujimori, y parece que él ya lo entiende así, de ahí que venga manteniendo un discurso moderado, resultado de madurez política. Se vienen casi 2 meses de contra campaña para el candidato Humala, y donde los sectores contrarios a él se valdrán de toda artimaña para inculcar el temor frente a la propuesta de cambio que encarna con el nacionalismo, por lo que toca solo a él, seguir dando muestras claras de que puede emular a Lula o superarlo, para hacer que una izquierda moderna llegue al poder. El 5 de junio, lo sabremos.

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