(Lima, 3 Abr. 2011).- Lo inesperado, la confluencia con igualdad de posibilidades de cinco aspirantes a llegar a la Presidencia del Perú, donde cuatro de ellos, son de pensamiento económico similar: Keiko, Castañeda, Kuczynski y Toledo y un quinto, Humala, que anda por las antípodas, aunque se ha cuidado de presentarse como moderado, como estrategia y tal vez con algo de madurez, aunque no la suficiente para guardar la ecuanimidad cuando se tiene el poder por delante.Lo interesante, el hecho de comprobar que el anti-sistema aún vende en nuestro país, los que tienen la vocación de voto por Humala, no es que se hayan sentidos encandilados por su nuevo look, incluida las buenas maneras, sino porque en el fondo ven en él un vehículo a la reivindicación a sus aspiraciones postergadas. Esto es una muestra indubitable que el bienestar del crecimiento no llegó a todos, pero no se esperaba que fuera de una magnitud tan grande, tener cerca de 20% del electorado en ese bolsón es cosa seria.
Lo decepcionante, la poca inteligencia de los que no quieren que el retirado comandante llegue a palacio y que tiene acceso a los medios de comunicación. El difundir la llegada del apocalipsis, si es que se instala en la Casa de Pizarro, no hace sino endurecer las preferencias hacia él y captar adeptos en un sector de indecisos, que lo ven como víctima de una conjura de los poderosos. Descubran maneras más efectivas de hacer campaña anti, su ortodoxia es contraproducente.
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