(Lima Perú).- Tres noticias difundidas estos días por los medios de comunicación reavivan la urgencia de contar con controles eficaces en la pesca. En primer lugar, el director regional de la Producción de Piura, Lizardo Ayón Valdivieso ha solicitado al Viceministerio de Pesquería que se decrete la veda de caballa debido a que la extracción ilegal de este recurso en tallas menores en la zona norte del país, Sechura, Paita y Talara, está poniendo en peligro a la especie.
Así mismo, la organización conservacionista Mundo Azul ha denunciado la matanza de 15 mil delfines al año a lo largo de nuestra costa, que son capturados por pequeñas embarcaciones de madera, para usar su grasa como carnada para la pesca. Según ha constatado Stefan Austermühle, director de Mundo Azul, son 545 embarcaciones artesanales que matan de 3 a 5 delfines en cada faena de pesca.
Por otro lado, las autoridades de la Reserva Nacional de Paracas y la policía detuvieron ayer a pescadores artesanales con 23 cartuchos de dinamita, a ser utilizados ilegalmente para pescar, y por tanto depredar el mar.
En los últimos meses, a través de diferentes medios y en diversos foros, la Sociedad Nacional de Pesquería ha venido resaltando la urgencia de establecer controles eficaces a la flota de menor escala y nos preocupa que aún no se hagan efectivos.
Según dan cuenta las distintas denuncias mencionadas, se requiere fortalecer el control de las flotas artesanales y de menor escala, y a la vez proceder de manera firme cancelando permisos de pesca ilegales, clausurando las plantas que procesan pescado de consumo humano en harina e interponiendo las denuncias penales correspondientes. La pesca ilegal debe parar y los responsables no deben quedar impunes.
Así, no solo la flota industrial debe tener todo tipo de control, sino que también lo deben tener las flotas artesanales y de menor escala. Según se sabe, la flota industrial lleva control satelital, pesca con un inspector a bordo, y luego tiene inspectores en la chata y en la tolva en que se descarga lo pescado.
En las flotas artesanales y de menor escala urge establecer un control del desembarque, de tal manera que en ese momento se controle si se tiene permiso para pescar lo que se trae al muelle, y si las tallas de los recursos respetan las tallas mínimas que garanticen que se trata de ejemplares que ya se han reproducido. Urge también el control en el zarpe, para cautelar que se utilizan artes de pesca permitidos y se cuenta con hielo que garantizará la inocuidad de los recursos a pescar.
Preocupa también la falta de control en la construcción de nuevas embarcaciones. Varios medios de comunicación han denunciado cómo se vienen construyendo embarcaciones impunemente en diversas ciudades del litoral, a pesar de estar ello prohibido hace varios años. Sin duda el interés de esta construcción ilegal de embarcaciones es pescar sin permiso y sin control, ejerciendo una presión desmedida en el mar y poniendo en riesgo la sostenibilidad de los recursos (Fuente: SNP).
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