Editorial (Callao, 1 Nov. 2011).- La gran transformación que viene liderando el Presidente de la República Ollanta Humala del Partido Nacionalista, también se viene gestando en la pesca artesanal, a cargo del Ministro de la Producción Kurt Burneo, cuya política pesquera de su administración apunta a organizar y desarrollar competitivamente esta pesquería en pequeña escala, en su propósito de lograr pesquerías sostenibles en base a mejor información científica y con enfoque ecosistémico, lo que viene traduciéndose en la normativa que viene dictando.
No menos importante lo es también, dentro del proceso de transformación de esta pesquería de consumo humano directo para una mejor alimentación de los peruanos, que se ha propuesto el Gobierno, el dialogo directo y sin discriminación de las más altas autoridades de PRODUCE con los representante de las organizaciones sociales de pescadores artesanales de base, como de ámbito regional y nacional, y los compromisos de solución a sus problemáticas, en su propia sede central en Lima, como en los puertos, caletas y playas donde se realiza desembarque pesquero artesanal.
Normas como el ROP de la Pota (D.S. N° 014-2011-PRODUCE) que obliga a las embarcaciones pesqueras industriales a pescarla fuera de las 80 millas marinas, la Veda del Pulpo por 3 meses (R.M. N° 288-2011-PRODUCE), la eliminación del régimen especial de pesca industrial de Anchoveta en el Sur (D.S. N° 015-2011-PRODUCE), y sanciones más drásticas a las pesquerías ilícitas (D.S. N° 016-2011-PRODUCE),vienen evidenciando cambios positivos, que si bien no son aun todas las medidas que se necesitan, permiten visualizar ya un derrotero definido de progreso.
Si bien es cierto que estamos aún a casi 100 días de 5 años de gestión gubernamental por delante, y que el Ministro Burneo recién viene seleccionando a los principales funcionarios de su Ministerio como de IMARPE, ITP y FONDEPES, sería mezquino no resaltar las primeras señales de cambio en positivo que viene dando, por lo que se espera renueve también el Directorio de ITP y que los nuevos funcionarios que nombre, con experiencias o no en el sector, estén comprometidos con la política pesquera fijada, acorde con la política general del Gobierno Nacionalista.
Obviamente que lo mencionado es solo una cara de la moneda, la otra corresponde al sector privado, armadores, pescadores, marisqueros, procesadores, maricultores y empresas artesanales, quienes ahora pueden asumir los desafíos en un nuevo escenario, que se viene perfilando como contrario al promovido por los Gobiernos liberales pasados, caracterizados por el fracaso en sus políticas inadecuadas e inestables, y que condujeron a su más grave crisis, descapitalización, informalidad y desanimo generalizado a la pesca artesanal, en los últimos 20 años.
Ojala el Ministro Burneo, con la experiencia gubernamental que tiene, se anime asumir también el desafío, para abreviar tiempos y darle sostenibilidad a su acción de fomento del sector, que cree u apoye la creación del Consejo Nacional de Pesca Artesanal como un órgano al menos consultivo y el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero Artesanal, dicte una normativa promocional, y disponga además, la actualización del Plan Nacional de Desarrollo Pesquero Artesanal, con participación de la representación de los armadores y pescadores artesanales.
En cuanto a herramientas para la planificación sectorial y dictado de normativas para su cumplimiento, esperamos que el Ministro Burneo realice lo necesario, para que el Censo Nacional de la Pesca Artesanal que ha posibilitado realizarlo por INEI en marzo próximo, contemple el cubicaje de bodegas de las embarcaciones, para que sea más útil esa información que arrojara dicho censo. No menos importantes también, lo son las prospectivas de las zonas pesqueras artesanales tradicionales como no, que debe realizar IMARPE.
Escuchamos que el Ministro no cree en individualidades, sino en colectivos, y esa creencia es buena, y mejor si lo aplica. Una muestra de éxito, como colectivo, lo fueron los Fondos Rotatorios de Pesca Artesanal de FONCODES (1993 – 1998) en la zona norte administrados por el ex Banco Regional del Norte y apoyados por ANEPAP (antes ex FENPAP), único sistema crediticio de éxito y al que los liberales no pudieron tumbar pero si la deficiencia del sistema financiero de entonces, ya que evidenciaba el ÉXITO y los efectos negativos de gestión pesquera industrial del Fujimorato.
No menos importante lo es también, dentro del proceso de transformación de esta pesquería de consumo humano directo para una mejor alimentación de los peruanos, que se ha propuesto el Gobierno, el dialogo directo y sin discriminación de las más altas autoridades de PRODUCE con los representante de las organizaciones sociales de pescadores artesanales de base, como de ámbito regional y nacional, y los compromisos de solución a sus problemáticas, en su propia sede central en Lima, como en los puertos, caletas y playas donde se realiza desembarque pesquero artesanal.
Normas como el ROP de la Pota (D.S. N° 014-2011-PRODUCE) que obliga a las embarcaciones pesqueras industriales a pescarla fuera de las 80 millas marinas, la Veda del Pulpo por 3 meses (R.M. N° 288-2011-PRODUCE), la eliminación del régimen especial de pesca industrial de Anchoveta en el Sur (D.S. N° 015-2011-PRODUCE), y sanciones más drásticas a las pesquerías ilícitas (D.S. N° 016-2011-PRODUCE),vienen evidenciando cambios positivos, que si bien no son aun todas las medidas que se necesitan, permiten visualizar ya un derrotero definido de progreso.
Si bien es cierto que estamos aún a casi 100 días de 5 años de gestión gubernamental por delante, y que el Ministro Burneo recién viene seleccionando a los principales funcionarios de su Ministerio como de IMARPE, ITP y FONDEPES, sería mezquino no resaltar las primeras señales de cambio en positivo que viene dando, por lo que se espera renueve también el Directorio de ITP y que los nuevos funcionarios que nombre, con experiencias o no en el sector, estén comprometidos con la política pesquera fijada, acorde con la política general del Gobierno Nacionalista.
Obviamente que lo mencionado es solo una cara de la moneda, la otra corresponde al sector privado, armadores, pescadores, marisqueros, procesadores, maricultores y empresas artesanales, quienes ahora pueden asumir los desafíos en un nuevo escenario, que se viene perfilando como contrario al promovido por los Gobiernos liberales pasados, caracterizados por el fracaso en sus políticas inadecuadas e inestables, y que condujeron a su más grave crisis, descapitalización, informalidad y desanimo generalizado a la pesca artesanal, en los últimos 20 años.
Ojala el Ministro Burneo, con la experiencia gubernamental que tiene, se anime asumir también el desafío, para abreviar tiempos y darle sostenibilidad a su acción de fomento del sector, que cree u apoye la creación del Consejo Nacional de Pesca Artesanal como un órgano al menos consultivo y el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero Artesanal, dicte una normativa promocional, y disponga además, la actualización del Plan Nacional de Desarrollo Pesquero Artesanal, con participación de la representación de los armadores y pescadores artesanales.
En cuanto a herramientas para la planificación sectorial y dictado de normativas para su cumplimiento, esperamos que el Ministro Burneo realice lo necesario, para que el Censo Nacional de la Pesca Artesanal que ha posibilitado realizarlo por INEI en marzo próximo, contemple el cubicaje de bodegas de las embarcaciones, para que sea más útil esa información que arrojara dicho censo. No menos importantes también, lo son las prospectivas de las zonas pesqueras artesanales tradicionales como no, que debe realizar IMARPE.
Escuchamos que el Ministro no cree en individualidades, sino en colectivos, y esa creencia es buena, y mejor si lo aplica. Una muestra de éxito, como colectivo, lo fueron los Fondos Rotatorios de Pesca Artesanal de FONCODES (1993 – 1998) en la zona norte administrados por el ex Banco Regional del Norte y apoyados por ANEPAP (antes ex FENPAP), único sistema crediticio de éxito y al que los liberales no pudieron tumbar pero si la deficiencia del sistema financiero de entonces, ya que evidenciaba el ÉXITO y los efectos negativos de gestión pesquera industrial del Fujimorato.
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