César Gutiérrez Peña: Nada podrá continuar igual

(Lima, 26 Abr. 2011).- No es mi práctica ser sentencioso, porque siempre debe quedar un margen para la deliberación, pero en esta oportunidad sí lo voy a hacer, porque hay información objetiva, que son los resultados del escrutinio de la primera vuelta de la presidencial peruana.

Suscribo que: "no se podrá continuar en las prácticas de gobierno, con la condescendencia que se ha tenido hasta hoy con los inversionistas de las industrias extractivas: mineros y gasíferos; prepárense porque los cambios se caen de maduros" Aquí no se trata de preferencias, sino de asumir realidades. El 39% de diferencia entre la votación de Ollanta y Keiko, favorables al primero, en nueve regiones del sur del país, es más que elocuente. En estas zonas están el gas de Camisea y Pagoreni y grandes emprendimientos mineros como: Cuajone, Toquepala, Tintaya y Las Bambas entre otros.

En torno a estos proyectos, la discusión se ha centrado en mayores regalías para el estado y por ende más canon para las regiones, a lo que exportadores del gas y minerales, renuentes al cambio, han tratado de mantener un status quo, signado por retribuciones irrisorias por el gas que parte hacia otras latitudes y aportes voluntarios por los minerales que se extraen. Error garrafal del gobierno en ejercicio, no haber puesto coto oportuno a esta práctica inequitativa.

El candidato Humala, con grandes posibilidades de triunfo, pues Keiko tendrá que aspirar a obtener el 56% de los votos en las 16 regiones restantes donde la diferencia a favor de su adversario no es tan contundente como la mencionada; ya ha tomado posición sobre el tema: gas para los peruanos, nuevas condiciones para la exportación e incremento del 50% en las contribuciones de las mineras. No hemos escuchado nada aún sobre el particular a la postulante de la K, es más, la impresión que deja es no querer tocar el tema, no sé si por estrategia o discrepancia, pero una lectura política indica que no puede ir contracorriente ni en campaña ni en un eventual gobierno.

Un argumento trillado de los obsecuentes ha sido que no hay capacidad de gasto en las regiones, ese no es el tema, recaude lo que es de justicia y luego haga las reformas para que el gasto público fluya, los que piensan que en esta oportunidad también le podemos dar de largas a la situación están equivocados, nada podrá continuar igual.