
(Callao, 8 Ago. 2011).- Pese a que en el 2005 se identificaron según resultados de la segunda Encuesta nacional de IMARPE, problemáticas comunes en la pesquería artesanal de nuestro país, que se desarrolla en más de 120 puntos de desembarque, poco es lo avanzado en su solución. El Plan Nacional de Desarrollo Pesquero elaborado en el 2002 viene siendo letra muerta al igual que la comisión de seguimiento que al poco tiempo de creado dejo de funcionar después de que aprobaron su plan operativo en el 2004. Las políticas públicas liberales aplicadas a esta pesquería en pequeña escala de consumo humano directo en el fujimorato casi no sirvieron ni siquiera para contrarrestar el impacto negativo en ella de la sobrepesca industrial de Anchoveta para harina.
La disminución de la biomasa pesquera artesanal por la sobrepesca industrial del alimento de las especies marinas más grandes como lo es la Anchoveta (base de la red trófica del ecosistema), y que son de captura artesanal no fue compensada por el Estado, que causo a su vez con la desacertada política pesquera en la década de los 90, el sobredimensionamiento de la flota de pesca industrial y fabricas harineras de pescado, y con ello, la crisis y descapitalización de la pesquería artesanal cuyos recursos pesqueros fueron disminuyendo desde 1996, y dejando a los armadores altamente endeudados. Eso, mediatizo y anulo los impactos favorables, de los fondos de fomento estatales como FONDEPES y los fondos rotatorios de pesca artesanal de FONCODES.
Después del fujimorato, los 10 años siguientes con Gobernantes que aplicaron el mismo modelo de economía libre, se caracterizaron por un reducido apoyo al desarrollo pesquero artesanal pese a su importancia en el abastecimiento al mercado local y a los exportadores de productos hidrobiológicos, causando que la mayoría de armadores artesanales se vuelquen a la informalidad para subsistir. Las inversiones públicas en apoyo a esta actividad son aprovechadas más por los comerciantes mayoristas pesqueros, intermediarios y exportadores. En la década de los 90, FONDEPES recibió recursos por US $ 64.7 millones de los derechos de pesca de la Pota que pagaron los barcos asiáticos, de los cuales US $ 20.9 millones fueron para otorgar créditos.
Después del fujimorato, los 10 años siguientes con Gobernantes que aplicaron el mismo modelo de economía libre, se caracterizaron por un reducido apoyo al desarrollo pesquero artesanal pese a su importancia en el abastecimiento al mercado local y a los exportadores de productos hidrobiológicos, causando que la mayoría de armadores artesanales se vuelquen a la informalidad para subsistir. Las inversiones públicas en apoyo a esta actividad son aprovechadas más por los comerciantes mayoristas pesqueros, intermediarios y exportadores. En la década de los 90, FONDEPES recibió recursos por US $ 64.7 millones de los derechos de pesca de la Pota que pagaron los barcos asiáticos, de los cuales US $ 20.9 millones fueron para otorgar créditos.

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