(Lima, Perú).- Extenso, soso, escrito por tecnócratas que piensan que las tareas de gobierno se transmiten de la misma manera que en el directorio de una sociedad anónima y con mensajes subliminales, que son necesarios interpretarlos; es resumen sucinto del discurso que hizo Ollanta Humala al Congreso de la República en el día de la independencia. Faltó una redacción política que resaltase las decisiones trascendentes que las ha habido y que podrían haber generado gran impacto positivo para los agentes económicos, grupos sociales organizados y ciudadano en general.
Un tema importante ha sido el anuncio que se va licitar un gasoducto a Quillabamba y que no colisionaba con el gasoducto sur que se ha comprometido construir la concesionaria Kuntur, de propiedad de la constructora brasileña Odebretch. Lo que se sabe en el sector energía es que se va someter a concurso: el financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de un ducto para transporte de gas natural (GN), no se tiene claro si incluye también otro para líquidos de gas natural (LGN).
La modalidad de este tipo de procesos es que la variable de competencia es el mínimo valor de construcción que ofrece el postor, de esta manera se garantiza por mecanismos de mercado la mejor tarifa de transporte. El participante que resulte ganador se convertirá en concesionario por un período que pude ir de veinte a treinta años, tiempo durante el cual se le asegura un ingreso mensual, que se reajusta anualmente por indicadores que reflejan los cambios en la economía nacional e internacional.
Los recursos que garantizan el pago comprometido deben provenir del Fondo de Inclusión Energético (FISE), creado por ley y que ya se viene acumulando por un cargo en las tarifas de electricidad de los grandes consumidores y una tasa impositiva a los hidrocarburos líquidos y gaseosos que se transportan por ductos, que se trasladan al precio de todos los usuarios. La garantía de la intangibilidad de los fondos se da por el manejo de ellos a través de un fideicomiso de una entidad privada con experiencia en este tipo de actividades. La recaudación anual por estos conceptos será del orden de 60 millones de dólares, con lo cual se pueden soportar proyectos con inversiones de hasta por 450 millones de dólares, en contratos a 20 años, con una tasa de descuento del 12% anual en dólares.
Esta decisión tiene dos objetivos: ser una ruta de seguridad de abastecimiento para la eventualidad de fallas en el gasoducto o poliducto existente, operado por Transportadora de Gas del Perú (TGP) y cumplir con el compromiso de llegar con un suministro vía ductos a la ciudad de Quillabamba. Obra sin ninguna rentabilidad y que va significar un costo hundido en el largo plazo, pues el argumento que se va sostener con una termoeléctrica de 200 MW que construirá Electroperú, es otra inversión sin ningún sustento económico, pues a estas alturas, la eléctrica estatal está sobrecomprometida con las adquisiciones de energía de tres centrales hidroeléctricas que se encuentran en construcción.
Pero lo más trascendente es que se descarta el financiamiento estatal del faraónico gasoducto sur promovido por Kuntur, la cosa queda clara, si quieren hacerlo que sea con sus recursos, por supuesto que eso no ocurrirá y no va haber construcción alguna y lo que competerá al estado es ejecutarles la carta fianza de fiel cumplimiento por 65 millones de dólares que presentaron. Gran lío tendrá el Humalismo con la poderosa constructora de sedas auriverdes, Odebretch. Pero se ha tomado una alternativa más apropiada a la que se venía manejando, por más que la pretendida termoeléctrica en Quillabamba sigue siendo un despropósito.
Lo reseñado tiene una primera derivada, como se suele decir en el lenguaje coloquial de los operadores económicos-políticos: traerá un problema del tipo político-social ya que elimina cualquier posibilidad de llegar con ductos a la costa sur, que es una posición correcta, pero va generar un reclamo airado de los líderes regionales de Arequipa, Moquegua y Tacna, que se habían hecho ilusiones con el polo petroquímico, pero que era una falacia descomunal. Aquí habrá que aquietar las aguas y adicionalmente estructurar un mecanismo de llegada de gas natural comprimido (GNC) a la zona, donde por la distancia, también requerirá cofinanciamiento con recursos públicos.
Hay una segunda derivada, que se ha anunciado soterradamente como un ducto de etano entre Pisco e Ilo, supongo que ha sido un error y debería ser Malvinas-Pisco; ya que el Pisco-Ilo, tendría sentido solo si el gasoducto sur se construye y ya he sustentado que eso no ocurrirá. La lectura de esto es que la empresa petroquímica Braskem, que es participada en su accionariado por Odebretch y Petrobras, también ha sido desairada en su pretensión de construir una petroquímica del etano en Ilo. La razón está en que el suministro del gas requerido estaría a cargo del Consorcio Camisea, que tiene todo el derecho de buscar su propio mecanismo de asignación, más aún cuando una de las empresas socias, como lo es la coreana SK, ha manifestado estar dispuesta a desarrollar el mismo proyecto que los brasileños. Adicionalmente un ducto de etano entre Malvinas y Pisco, elimina cualquier posibilidad a Kuntur de ser concesionario, pues están en una ruta diferente y la ley ex – profesamente redactada para ellos, devendrá en inútil.
Pero los técnicos han sido prolíficos en el área energética, Humala, ha anunciado en su discurso que se desarrollará un plan de masificación en la zona centro – sur andina. Eso solo es posible en el corto plazo solamente con un desarrollo con gas natural comprimido (GNC), con el que se puede llegar a las ciudades de: Huancayo, Huamanga, Apurímac, Huancavelica, Cusco y Puno. Este aserto también tiene dos derivadas, ambas son liquidadoras. La primera es que ahora sí se cierra por completo la posibilidad de construir los gasoductos regionales y la segunda es que el proyecto de masificación nacional, que dividía al país, en tres zonas, también pasa a mejor vida. Ambos procesos los estaba manejando la devaluada agencia Proinversión, cuya calidad profesional está en su punto histórico más bajo, desde que se formó como con el nombre de Copri.
Perturba al proyecto señalado, el anuncio que Petroperú participará, lo cual no es necesario, pues es suficiente que se concurse y se asigne a un privado, está claro que se va necesitar un aporte estatal pues la demanda identificada es insuficiente y hay que garantizar un valor mínimo para que sea atractivo, nuevamente el FISE puede ser la fuente, pero tienen que saber que no es infinito y todos los deseos constructores, están convergiendo recurrir a él.
En resumen ha habido una rectificación al dispendio del que se hablaba y se daba por hecho consumado hasta hace unas semanas, la labor de batallar en contrario ha rendido sus frutos y los medios de comunicación que se compraron el pleito, entre ellos éste, han jugado un rol positivo a favor del estado.
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